viernes, 14 de noviembre de 2008

Punks!



Características principales:
La expresión englobó a un conjunto de bandas surgidas en Londres y cuyo epicentro se encontraba en la tienda de moda que desde 1971 regentaba en King´s Road, Chelsea, el promotor y veterano simpatizante del movimiento suprematista Malcolm McLaren y la diseñadora Vivianne Westwood.
No obstante, pese a que serían estas y otras formaciones afines las que a mediados de la década darían su perfil definitivo al movimiento punk, sus antecedentes más claros se encuentran en Estados Unidos.
Es indudable que bandas como MC5 (que emprende su andadura en 1968), Velvet Underground (que se disuelve en 1970), Iggy Pop and The Stooges (cuyos primeros conciertos se remontan a 1969), New York Dolls (formada en 1973 y patrocinada por McLaren), The Ramones, Television (ambas creadas en 1974), y solistas como Patti Smith o Alex Harvey, aportaron con sus actuaciones en directo un visión renovadora e inconformista del rock que sirvió de modelo inspirador a los punks británicos.
Ya se trate de una u otra corriente, el punk rock no se limitó a ser tan sólo un estilo musical.
Primero porque sus primeras manifestaciones poseen un carácter más general y purista al afirmar y rechazar la decadencia del rock profesionalizado y desvirtuado en aquella época por los intereses comerciales de las grandes compañías discográficas.
Junto a estos factores, la crisis de la conciencia nacional —exaltada con modales victorianos desde el Gobierno— y el descontento generalizado explican que existiera un caldo de cultivo propicio para que el punk alcanzase una gran resonancia en todos los órdenes de la vida de los británicos, impacto imprevisto en principio respecto a las aventuras musicales de algunos muchachos descontentos.
Por último, el punk conoció una rápida e inusitada difusión, visual antes que musical, gracias a sus manifestaciones externas, que no se redujeron a la simple exhibición de sus llamativos y singulares rasgos de identidad estética, marcados por la espontaneidad y el afán de ruptura.
Origen:
Al igual que todos los estilos musicales, no resulta fácil situar la música Punk en un lugar y en un momento determinado. Cincuenta años después de la grabación de la que muchos consideran como el primer rock and roll de la historia, el "Rock Around The Clock", de Bill Haley, sólo una cosa está clara: el movimiento Punk surgió como una reacción deliberada al consumo masivo de la música.
A finales de la década de los 60's, el Max's Kansas City, el Chelsea Hotel y el Mercer Arts Centre constituían los tres locales más concurridos la emergente escena musical y cultura de la cosmopolita ciudad de Nueva York.
El escenario era compartido por bandas y artistas que, agobiados por la invasión "beat" británica, huían de la comercialidad e intentaban encontrar diferentes vías de escape a la creatividad. Mientras que en Detroit, formaciones como MC5 y los autodestructivos The Stogges (liderados por Iggy Pop) comenzaban a dar qué hablar en la costa Este, durante el verano de 1970, el hoy legendario club ofrecía actuaciones y perfomances donde el alejamiento de la cultura imperante resultaba ser la nota general. Y al igual que dos años más tarde, los Ramones fueron el buque insignia de las noches en el mítico club CGBG (auténtica cuna del punk rock), The Velvet Undergroung era el buque insignia del emergente movimiento que huía del mensaje de paz multicolor que los grupos de la costa Oeste habían hecho suyo.
Por su parte, Los New York Dolls del genial Johnny Thunders, fueron el primer ejemplo de banda autodestructiva, ignorada en su tiempo y que con tan sólo dos discos, fueron reivindicados años después por las nuevas generaciones. Canciones cortas y guitarras sucias, al igual que The Stooges, los Dolls fueron un referente de los grupos ingleses punk de finales de los setenta.
Si se busca la semilla del hoy popular punk rock, la podemos situar en esta formación, creada por Andy Warhol y liderada por Lou Reed, que reivindicaba la cultura urbana y el consumo de la heroína.
Los ecos hippies multiculturales quedaban obsoletos: las comunas eran sustituidas por la suciedad de las calles. Nueva York resultó ser la urbe elegida para trasladar la nueva cultura a sus sucios callejones. El cuero, los poemas urbanitas de una desconocida Patti Smith y las canciones que apenas duraban dos minutos de bandas con nombres tan extraños como New York Dolls o Talking Heads y locales como The Factory, de Warhol o el Café Bizarre, alejados del ambiente bohemio, estaban llevando la cultura al nivel del ciudadano de a pie, que, un lustro más tarde, desembocaría en el "Do It Yourself" ("Hazlo Tú Mismo"), que imperó en el Londres de 1976: la auténtica explosión del Punk.
Mientras que en Detroit, Iggy Pop se autolesionaba en un escenario por el cual se movía como una iguana, en el Nueva York de 1972, con el Mercer Arts Centre prácticamente derruido, sólo el Max's Kansas City y algunos diminutos locales underground, constituían la única alternativa a la multitud de grupos y artistas jóvenes que necesitaban una vía de escape, además de darse a conocer a nivel local. En diciembre de 1973 abría sus puertas el CBGB (iniciales de Country, Bluegrass y Blues), un bar de música Country regentado por un tal Hilly Kristal que se había dado cuenta de la importancia que todas aquellas nuevas bandas de jovenzuelos que apenas sabían tocar un par de acordes estaba teniendo en la nueva escena de la gran urbe. Kristal supo apreciar la frescura de todos estos grupos y decidió remodelar su viejo local y acogerlos. Una mañana de febrero de 1974, Tom Verlaine y Richard Hell, dos imberbes que intentaban sacar adelante un grupo que se hacía llamar Television, convencieron a Kristal de que tocaban música Country. Por supuesto, era mentira, pero la historia nos cuenta que Television fue la primera banda punk que actuó en el CBGB. La actuación del grupo deprimió al dueño del local, quien cerró sus puertas a Hell y a Verlaine, pero Terry Ork, el manager de la banda, consiguió convencerle para que le diera una segunda oportunidad con un cuarteto que realizaba versiones de clásicos del Rock & Roll. Kristal se la dio y los Ramones se convirtieron en el grupo estrella del local, a pesar de que al propio Kristal les pareció incluso peores que Television. Pero gracias a ellos, las puertas del club se abrieron a otros grupos y las colas frente al CBGB comenzaron a ser algo normal. En 1974, cualquier banda sin contrato discográfico tenía la oportunidad de darse a conocer en el escenario de un local que comenzaba a traspasar fronteras y cuyos ecos ya se dejaban oír en el Londres aburrido donde los dinosaurios del rock progresivo reinaban a sus anchas.
El CBGB propició la apertura de otros locales que rápidamente apostaron por aquellos adolescentes que hasta entonces no habían conseguido salir más allá del sucio garaje donde ensayaban sus canciones de minuto y medio.
Por allí pasaron unos seminales The Stilettos (con una desconocida Debbie Harry, que más tarde triunfaría con Blondie), The Patti Smith Group, los Talking Heads de David Byrne y un sin fin de formaciones que, seguramente a falta de un compositor de talento en sus filas, apenas pasaron más allá de la leyenda del CBGB: The Dictators, The Plasmatic's (con Wendy O'Williams al frente, The Planets, The Demonds o los más crudos de todos ellos, unos salvajes que venían de Boston y que se hacían llamar The Dead Boys, apadrinados por el desaparecido actor John Belushi.
Podemos afirmar que el Punk no fue sólo un estilo musical, el Punk fue una revolución cultural que acogió en su seno tanto a poetas, pintores, escritores y músicos. El Nueva York de finales de los sesenta y principios de setenta fue el escenario propicio para que artistas como Lou Reed, Allen Ginsberg, Jim Carroll, John Cale, Patti Smith y Richard Hell dieran a conocer su talento. Como todo movimiento original y rompedor, la escena neoyorquina fue institucionalizándose y perdiendo su frescura cuando la década de los 70's doblaba su meridiano, pero sus ecos habían cruzado el Atlántico para golpear el viejo continente, encontrando en la Inglaterra machacada por el gobierno de Margaret Thacher el caldo de cultivo ideal. Los jóvenes británicos vieron en la música Punk su forma de expresar que no existía futuro alguno para ellos.

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